Remo olímpico

El remo es uno de los deportes más antiguos de la historia. Las primeras representaciones gráficas sobre embarcaciones de remo datan de hace más de 5000 años, en el antiguo Egipto (Dodd, 1992) y la primera referencia en la literatura sobre una competición de remo se produce en la Eneida de Publio Virgilio Marón en el año 29 a.C. (Chandler, 1988). 

No obstante es entre los siglos XVII y XIX en la Gran Bretaña donde se produce el nacimiento y desarrollo del deporte del remo que se conoce en la actualidad (Molina, 1997). 

En 1793 el Colegio Elton inagura sus primeros cursos de remos, más tarde lo hacen Oxford, en 1815, y otras universidades británicas creando así afición y las primeras regatas entre estudiantes (Molina, 1997). El 10 de junio de 1829 se produce la primera competición de la prestigiosa regata entre las universidades británicas de Oxford y Cambridge (Chandler, 1988). 


Es importante destacar que las competiciones de remo se vienen celebrando desde hace 200 años y desde un primer momento formaron parte del programa olímpico en los juegos de la era moderna. En los Juegos Olímpicos de Atenas en 1896, las condiciones climáticas del campo 

de regatas no posibilitaron el desempeño de las pruebas y fueron cuatro años después, en el año 1900 en París, cuando de facto se realizaron las primeras regatas de remo en unos Juegos Olímpicos (Muniesa y Díaz, 2010). Fueron en los JJOO de Montreal en 1976 cuando se incluyeron en el programa olímpico de remo pruebas de categoría femenina.

Desde una perspectiva biomecánica el remo es una modalidad deportiva en la que un remero-a o equipo acelera un sistema embarcación-remero sobre el agua como consecuencia de aplicar una fuerza de propulsión que se produce con la repetición a una frecuencia óptima de una estructura cíclica de palada (Kleshnev, 2010; Soper & Hume, 2004).  

Las competiciones oficiales de remo olímpico se realizan sobre una distancia en línea de 2000 metros en una pista de regatas de agua tranquila con seis calles (World Rowing Federation, 2019). Los barcos que emplean los remeros/as para la competición son hidrodinámicos, con un predominio importante de la eslora frente a la manga y están fabricados con materiales ligeros, rígidos y resistentes siendo la fibra de carbono el material más empleado en su construcción. 

Las embarcaciones se clasifican para las competiciones homologadas por la federación internacional (FISA) conforme a sus dimensiones, peso, número de remeros/as además de la cantidad de remos que manejan cada uno de ellos, uno o dos.

El esfuerzo de las regatas de remo de 2000 metros se caracteriza por la realización una actividad física continua de muy alta intensidad que moviliza el 70 % de la musculatura esquelética durante un periodo de tiempo que oscila entre los 320-420 s (Ingham et al., 2002). Para cubrir esta distancia de competición en el menor tiempo posible es necesario producir 210-230 paladas a una frecuencia entre 32-44 paladas.min-1 según embarcación y momento de la regata, a una potencia mecánica media individual de 450-550 w (Nybo et al., 2014; Steinacker, 1993). 

Tanto para hombres como para mujeres, una elevada estatura, peso y masa muscular esquelética (Costgrove, 1999; Bourgois et al., 2001; Hagerman, 1984, Huang, Nesser, & Edwards, 2007) junto con un bajo porcentaje de grasa corporal (Kerr et al., 2007) constituyen las variables antropométricas más determinantes para el rendimiento en remo de competición. 

Por otra parte, el VO2 max (Cosgrove, Wilson, & Grant, 1999; Riechman, Zoeller, Balasekaran, Goss, & Robertson, 2002), la potencia aeróbica máxima (Nevill & Ingham, 2011) y la producción de energía anaeróbica (Gallagher, DiPietro, Visek, Bancheri, & Miller, 2010) constituyen los factores fisiológicos clave para un alto rendimiento en este tipo de pruebas.

En general en el entrenamiento de remeros de alto nivel se caracteriza por el desarrollo de la capacidad aeróbica, la capacidad anaeróbica (Mäestu et al., 2005) y la fuerza (Young, Kendall, Patterson, Pandya, Fairman, et al., 2014). 

Para remeros expertos, un volumen significativo del su entrenamiento de resistencia se realiza a baja intensidad por debajo o muy próximo al límite inferior de la zona de transición aeróbica-anaeróbica (lactato ≤ 2 mlmol.l-1). El resto de tiempo se dedica al entrenamiento aeróbico de alta intensidad (HIT), entrenamiento anaeróbico y entrenamiento de fuerza.  

Estos contenidos constituyen el programa de entrenamiento básico para un remero/a de alto nivel con un volumen aproximado de 1000 h.año-1 de entrenamiento y 5000-7000 km.año-1 dedicados al remo en agua (Fiskerstrand &  Seiler, 2004; Steinacker, 1993).